Era un lío muy grande como para que sólo durara tres días. Ella tenía pareja. La primera vez que vi a Shakira fue en Madrid. Yo participé en el rodaje de su videoclip Waka Waka y le pedí el teléfono. Ella viajó días antes que nosotros hacia Sudáfrica, para cantar en la ceremonia del Mundial. Llegó un punto en el que le dije que teníamos que llegar a al final para volver a vernos. Yo sabía que iba a estar en la ceremonia de clausura.”